dissabte, 13 de novembre del 2010

Ireland strikes back!

Si este viento apocalíptico me lo permite, (cosa que dudo, de hecho no sé cómo no ha arrancado el cable del teléfono todavía xD) os dejaré el segundo capítulo de "This is Ireland" con motivo del segundo mesiversario. Intentaré no repetir nada del tomo uno, pero estas cosas pasan y a mi en especial (quizás lo evitaría releyendo el otro, pero todos sabemos que soy demasiado vaga para eso xD). Great! (o greis!) Let's go!
Asumiré el riesgo de parecer una obsesa de los autobuses y hablaré de ellos de nuevo. Porque vale, pueden estropearse, pueden cambiar de ruta, puede darle un retortijón al señor autobusero, pero coño, que de cada cinco buses que te encuentres, tres estén Out Of Service (y su equivalente en élfico: As Seirbhís) toca los cojones de más. Especialmente si son las 9 menos cuarto de la mañana, llevas 17 minutos esperando y en 15 tienes que estar en clase).
Bien, basta de autobuses por hoy, el día que descubra su secreto, más y mejor. Ahora trenes. ¿Me puede alguien razonar por qué el billete de adulto Dublin-Belfast vale 36€ y el de estudiante 40€? ¿No? Bien, gracias. Yo tampoco. Pero es así. A irishrail.ie me remito Sr. juez. Eso sí, contrariamente a lo que pensábamos Fran y yo no te obligan a comprar el de estudiante (xDDDD). Y tienen el detalle de poner tu nombre en el asiento del tren diciendo que está reservado para ti ^^
Antes de que se me olvide, no le digáis nunca a un irlandés que lo he dicho, pero son tan anglosajones para algunas cosas... Por ejemplo las chonis. Por mucho que aquí se llamen nackers son iguales: chandal rosa de tercionelo y/o toalla y maquilladas hasta el coletero. Y el modelito universidad: pijama de franela y maquillaje «básico» de un tono radicalmente distino al suyo... dantesco. Luego están las que todavía no son nackers (pero lo serán, tranquilos). Niñas pequeñas que parecen adultas en miniatura y que sólo cuando hablan para pedirte dinero (para fundaciones diversas, con su papelito para entregarlo en el cole para demostrar cuánto han recolectado) te das cuenta de que realmente tienen 10 años xD Como decía, muy British hasta para lo de la caridad, porque no sólo (perdón, solo) tienen a las pequeñas esclavas recolectando por ahí, sino que tienen tiendas (sí señores, nada de mercadillo, boutiques!!) donde venden desde ropa de segunda mano hasta joyeros, pasando por todo tipo de complementos y libros; cada una para una causa distinta. En la de los niños discapacitados me compré unos tacones negros la mar de bonitos por 3 leurus, ya ves truz.
Y me reservo para el final mis 2 «flípalos» favoritos. Uno es algo que me tiene anonadada (ojiplática, vamos, de piedra pomez): a parte de las estatuas humanas y los músicos hay un subgénero de artistas callejeros que no he visto en ninguna otra ciudad: los escultores de arena. Si bien es cierto que en la playa abundan y que no es tan descabellado llevarse la arena en una bolsa y montar el tinglado en medio de Grafton Street hay una caracteríastica común que le da el toque freak esencial: todos y cada uno de ellos esculpen perros labradores tumbados. Ni otros perros (tampoco tienen modelo, porque no hay; ni perros ni viejos xD), ni gatos, ni sirenitas ni pollas. Labradores acostados. No sé, debe ser el primer fascículo de «haga su propia estatua de arena de playa en mitad de una calle comercial».
Y... la joya de la corona... la tontería más grande del mundo que a mi me encanta... En los restaurantes chinos... ¡hay chinos comiendo! O.o

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