diumenge, 24 d’abril del 2011

Gimme a f* beer, for God's sake!

FYI: en Irlanda está prohibido vender alcohol dos días al año: el Christmas Day y el Good Friday (uséase, Viernes Santo); eso implica que no sólo es imposible comprarlo en el super, sino que además cierran los pubs a cal y canto. País de meapilas...
Por suerte, un compañero me lo dijo hace un par des semanas, en ese momento me puse a chillar horrorizada en el coche, cagándome en Diox con más motivos que nunca, pero como mínimo no me pilló desprevenida. Eso sí, lo olvidé hasta el último momento cuando, en un momento de revelación mística, volvió a mi cabeza 40 minutos antes de que dejasen de vender alcohol el día antes.
La historia es que Amaia y yo decidimos irnos el viernes a Cork, pero como a las dos se nos da bastante mal pensar más de tres minutos seguidos no se nos ocurrió que a) siendo el primer día de puente iba a haber un tráfico de la hostia y b) que nos tendríamos que ir al albergue pronto porque todo iba a estar cerrado; así que pillé los billetes y el albergue. No hace falta mencionar que una vez lo tenía todo se me encendió la bombilla y pensé en los puntos a y b y en que la frase «más vale tarde que nunca» no es adecuada en todos los casos.
Como decía, hasta el jueves a las nueve y algo no me acordé (o no quise ser plenamente consciente) de que no sólo los pubs iban a estar cerrados, sino que no íbamos a poder comprar ni una mera cerveza en el Tesco, así que llamé a la srta. Azkunaga y en un tiempo récord nos abastecimos de vino y cerveza como si de un ataque zombie se tratase. Realmente parecía que se avecinase una catástrofe nuclear: gete con cajas de cerveza para un mes y una cola impropia de la hora que era. Sinceramente, creo que la prohibición de vender alcohol el viernes hace que la gente beba más, porque si no fuese por el pánico a quedarse sin subidón etílico en mitad de la crucifixión la gente no se volvería loca en plan «-no soy una piña, soy una niña...
-sí, ya... eso mismo dijo la calabaza...»
Así, con una botella de vino en la mochila de Amaia (porque asumimos que la CocaCola la íbamos a poder comprar en Cork) y mi bolso lleno de cerveza checa y tuppers nos fuimos al -o a la, no sé el género- Busáras (la estación de autobuses de Dublín pa' los amigos), donde nos esperaba una cola quilométrica tras el cartel de Cork/Corcaigh. Lo que en un principio parece una putada, fue una bendición (Diox tenía que hacer algo, ¿no? para eso era viernes santo...) porque al ver tanta gente pusieron dos buses: uno para los que iban a los pueblo antes de llegar a Cork y el otro, directo. Thank God, porque si no hubiesen sido 4 horas y media de aire acondicionado demasiado fuerte y suspiros del chico sentado a mi lado porque hablaba con Amaia, sentada en diagonal (que se hubiese cambiado de asiento y nos hubiese ofrecido sentarnos juntas!!).
Cork bonita. El albergue chachi. Y nuestro guía (grazie Keivan!!) fantástico. En un parque, junto al río, medio escondidos, nos bebimos las cervezas brindado por el pecado y la blasfemia, que ya basta de respetar a quien cree y olvidar al que no. Luego en el albergue nos pasamos al kalima, con una ola de deserción a nuestro alrededor allí donde íbamos: la cocina, las escaleras de la puerta o el sofá :S
Técnicamente, los bares pueden abrir pasada la medianoche porque ya no es Viernes Santo, pero aun sabiendo lo bonito que quedaría comentar una peregrinación de alcohólicos necesitados de madrugada, la realidad siempre decepciona. Incluso en Irlanda.

divendres, 22 d’abril del 2011

Dos de cine

Cuando no puedo dormir tengo una afición: ver pelis de acción/hostias/violencia gratuita. Cuando más tarde es, más malas las quiero. Suelo tener varias en el disco duro externo y algunas, como Ronin, me las sé casi de memoria. Con los estrenos de cine voy ampliando un poco el elenco para no aburrirme (pese a que la finalidad sea dormirme) y porque es más fácil de encontrarlas en VOSE... ¡hasta anoche!
Me bajé The Eagle, como sea que la hayan traducido al castellano, que tenía pinta de ser tipo Roma o Spartacus: sangre y sexo en condiciones insalubres y mucha violencia cuerpo a cuerpo. Además el segundo protagonista es Billy Elliot, bueno, Jamie Bell, y quería ver qué tal había crecido (ya me imaginaba que algo parecido a Simone del Credito di Romagna, pero eso es algo que sólo Muriel y yo sabemos ^^). La verdad es que fue bastante decepcionante, es bastante mala, sí, pero en el mal sentido de la palabra. Va de guión profundo y de violencia justificada, eso que NO me gusta y menos cuando pido todo lo contrario. El guión es bastante patético y el desarrollo bastante pobre, pero de eso no iba el post.
Lo sorprendente es que la película que en teoría estaba en VOSE estaba ¡en ruso! Los subtítulos no mentían, eran en español, pero eran los peores que me he encontrado en mucho tiempo. Me explico: estoy acostumbrada a los errores ortográficos, gramaticales y de sintaxis. Incluso la falta de coherencia me parece normal. Algo que también empieza a ser frecuente es que los subtítulos desaparezcan en algunos momentos, aunque en este caso era más bestia, porque no era la típica frase que se le pasa/no entiende el que subtitula, es que igual no había durante 15 o 20 minutos. Eso sí, lo peor de todo era que entre lo que decían en ruso y lo que subtitulaban en español las coincidencias brillaban por su ausencia!! Por ejemplo, hay un momento en el que Billy Elliot tiene a un enemigo bloqueado y el compañero le grita en ruso que lo mate sin miramientos; en los subtítulos, en cambio, le dice que no lo mate todavía porque quiere interrogarlo primero. Y así en varias ocasiones, la mayoría banales pero alguna algo más trascendente. Así que, básicamente vi dos películas distintas (malas por igual) por el precio de una, gratis, quiero decir (ahora vendrá la Sinde a por mi por admitir que me bajo pelis malas que no pagaría por verlas ni teniendo el presupuesto de James Cameron para hacer Avatar... D'oh!).
Por una relación de ideas (peli + ruso, no he tenido que pensar mucho) acabo de recordar que el jueves pasado, en la sesión de cine ruso de la uni no teníamos subtítulos para 12 (la versión rusa de 12 hombres sin piedad, no es que queramos unos subtítulos para cada uno) así que un chico se puso a hacer la interpretación simultánea. Fue una experiencia curiosa. Me sentí como los primeros asistentes a las salas de cine en las que un señor estaba de pie junto a la pantalla contándoles de qué iba el cuento, con el añadido de que es una película contemporánea, es decir, tiene diálogo y no sólo cartelitos de cine mudo y bastante, porque son las deliveraciones del jurado. Siento una admiración brutal por ese chico, porque si la labor del intérprete en cabina ya me parece surrealista, que alguien sin preparación alguna te vaya doblando la película in situ, es algo sencillamente flipante. Por desgracia tuvimos que acabar con el experimento cuando llegaron las pizzas y, obviamente, cogió un pedazo pasando olímpicamente de seguir con el rehablado (voice over o voisouber para los hamijos). Alguien decidió cambiar de peli y pasar a una comedia romántica con el chico de Nigh Watch y Mila Jovovich que sí, es muy mona, pero no compensa a ver buen cine con un intérprete privado.

dimarts, 19 d’abril del 2011

Más allá de la frontera invisible

Cuando subes al Ulster sabes que has cruzado la frontera cuando te llega un sms diciéndote que te van a cobrar más si se te ocurre llamar. Cuando vuelves a cruzar hacia Dundalk, Irlanda te da la bienvenida en gaélico e inglés. ¿Tengo que volver a explicar por qué me gustan los irlandeses y no los británicos? Mucha carretera iluminada, pero ni un triste cartel avisándote que a partir de ese punto las distancias estarán en millas y no en kilómetros y que, por lo tanto, estás más lejos de cualquier sitio de lo que crees.
Un dato más para ver que los irlandeses ganan por goleada y ya paro que empalago: los taxistas de Cork han decidido que a partir del año que viene van a pagarle un año de carrera a uno de los alumnos de la universidad para agradecerles el negocio que les generan los estudiantes. No sé si hay 45 o 50 taxistas en la iniciativa, pero la cosa es que han dividido lo que cuesta un año (2.500€ según las nuevas tasas, creo) a partes iguales y cada uno pagará una parte. Dan ganas de pedir el traslado de expediente, ¿no?
A lo que iba. Irlanda del Norte es muy impresionante en cuanto a paisajes, (¡coño!, ¡para eso es Irlanda!) pero en lo que refiere a ciudades (construidas por los British) deja bastante que desear. Belfast no es una ciudad bonita, para nada. El ayuntamiento es impresionante y hay otros edificios bonitos, pero si la gente la conoce por los murales, será por algo...
Derry no es mucho más hermosa, aunque le joda a Amaia. Sí, tiene cuatro calles amuralladas que le dan cierto encanto y un cementerio preciosísimo, como la mayoría de los de esta isla y la de al lado. De nuevo son los murales lo que más llama la atención. Más grandes que los de Belfast y, en algunos casos, más bestias, algo comprensible por el Bloody Sunday de los «hamijos» del ejército británico... Mítico el «You are now entering Free Derry», refiriéndose a la zona irlandesa de la ciudad, que demuestra que no soy la única que prefiere el verde al naranja.
Así que quedamos que lo más bonito e impresionante es el paisaje, especialmente la costa, con los acantilados y las playas de acceso imposible. Mención especial, obviamente, para la calzada de los gigantes,  accidente geográfico peculiar como pocos, tanto que el hecho de que sea una formación natural parece una explicación más fantasiosa que la leyenda: Dos gigantes enemigos, el irlandés Finn y el escocés Bennandoner se dedicaban a lanzarse rocas de isla a isla (se conoce que la conexión wi-fi de la época era muy mala y con algo tenían que entretenerse) que acabaron formando una calzada. Un día Finn se fue para escocia para enfrentarse a su enemigo, pero se dio cuenta de que era más fuerte que él y se volvió para su cueva irlandesa. Bennandoner lo vio alejarse y fue tras él. La señora de Finn  -que pese a demostrar ser la más lista de la película su nombre no trascendió-, al ver acercarse a Bennandoner vistió a su marido de bebé e invitó al escocés a su casa alegando que su marido volvería pronto. Bennandoner al ver el tamaño del bebé salió corriendo imaginando cuán grande podía ser el padre y destruyó la calzada en la huida, quedando sólo una parte en la costa irlandesa y otra en la escocesa. Cabría preguntarse qué clase de parafilias tenían los gigantes irlandeses para tener en casa ropa de bebé de talla adulta, pero no quiero tener sueños raros esta noche.
Además, por experiencia puedo decir que la gente por esos lares suele ser maja. Hablan raro, eso sí. Como los irlandeses «del sur» pero entendiéndose menos. Se agradece, eso sí, que no tengan ese acento relamido y una actitud pedante. Son una mezcla de irlandeses con escoceses, lo mejor de cada casa... ¡tienen que molar por narices!
Creo que después de esto tendré que comprarme las Martens con la bandera del Reino Unido para redimirme ante la Commonwealth...
Cheers!

dimarts, 12 d’abril del 2011

Estrellas sin barras.

Hoy (o ayer, depende del huso horario y de lo que tarde en escribir esto) se cumplen 50 años de la primera visita de un humano al espacio, Yuri Gagarin (se conoce que era el dueño real de Laika y subió a ver si la encontraba...).
50 años depués siguen discutiendo si fue el primer hombre en el espacio o no por tecnicismos baratos de la orden de «no volvió a tierra en la nave», ya ves tú, maldito cobarde, lanzarse en paracaídas en vez de quedarse dentro del trasto escacharrado y estamparse contra el suelo... En Youtube lo hubiese petado, poca visión de futuro que tenía el colega (o camarada, mejor dicho). La cuestión es: si estuvo en el espacio, ¿qué más da si aterrizó la nave o se la regaló a un marciano y bajó andando? Es decir, que haya unas reglas para determinar estas cosas basadas en la ejecución más que en el logro me hace pensar que en el consejo que así lo establece está algún gimnasta de esos que en el saltito final se estampan y sigue resentido por ello, así que si él se quedó sin medalla, pues Yuri sin mérito.
Claro, de algo tienen que hablar desde que cayó el telón de acero. Antes bastaba criticar al gobierno de la URSS por mandar perros a morir al espacio o por falsificar los datos de X viaje espacial. Ahora no les vas a cargar el muerto a Putin, que igual se enfada y del mamporrazo de sube a Júpiter... en fin...
Lo curioso de todo es que los únicos que lo vendieron como un héroe soviético fueron los cabecillas de turno. Siempre fue visto como un ídolo más allá de la URSS, alguien que fue más allá de toda frontera y/o política, literalmente, y todo lo que se le ocurrió decir fue que era bonito, que la Tierra era azul y demás. Poeta el muchacho... se nota que era de ciencias (antes de ser astronauta, perdón, cosmonauta, era obrero del metal, eso cuenta como ciencias, ¿no? xD). Podría representar el más grande triunfo soviético en cuestión de oportunidades, puesto que su padre era carpintero y todo el cuento, pero por las Rusias rojas eso era algo más que obvio. De hecho, suena a sueño americano: el niño de Kansas que ayudaba en la granja de su padre y llegó a fundar una empresa valorada en miles de millones y toda es mierda de valla publicitaria y película de Oscar. Parece ser que al final las dos superpotencias archienemigas tienen como grandes ídolos a niños humildes que se convierten en semidioses más allá de lo que nunca hubiesen soñado (snif! snif!). Unos le llaman «American way of life» y otros «Estado socialista» pero en el fondo todo va de llegar a ser estrellas o de verlas, en este caso.
Esto va a ser como la religión: si diferentes culturas de diferentes países y en diferentes épocas creen en un dios, será por algo, ¿no? Sí: el tiempo libre siempre es inversamente proporcional a las ganas de pensar...

dijous, 7 d’abril del 2011

Historias de mi puta casa

Leidis an yentelmen, me han echado de casa.
Pues sí, el domingo por la noche mi compañero de piso vino a mi habitación para decirme que fuese a la cocina a hablar con él (??). Sólo me dijo que a finales de mes me quería fuera del piso porque no se siente cómodo conmigo dentro (pues que cambie de colchón, no te jode!). No tuve opción a réplica y suerte, porque le hubiese destrozado esos platos horteras con flores y bordes dorados que tenemos en la cabeza. O sea, que el cerdo que deja las ollas tres días sin fregar, que no permite que nadie entre en la cocina pasadas las 11 y que monopoliza la lavadora y el tendedero me dice que soy mala compañera de piso porque cocino y le llega el olor a su habitación (¿hola? ¿es mi puta culpa que viva EN LA COCINA?) y porque hablo en la cocina y lo oye todo (...). Pues ale, que le vaya bonito. No tengo ni puta idea de qué voy a hacer en mayo con mi vida, porque sólo he encontrado dos sitios que alquilen la habitación durante un mes: una cuesta 690€ y la otra es compartida, así que espero que en mayo haga mejor tiempo y me voy al Liffey a buscarme un puente libre...
Pensándolo bien saco pensamientos cruzados. Por un lado creo que no tienen ningún derecho a echarme (no tengo contrato escrito, pero un contrato verbal basta y el mio era hasta finales de mayo) y que, de hecho, no puede hacerlo. A ver, ¿qué va a hacer? ¿cambiar la cerradura? Pues la austríaca me abre, que para eso es una persona normal que, como yo, tiene la pena de vivir con semejante ser. ¿Sacar/destruir mis cosas? Dado que paso yo más tiempo que él en casa no creo que tenga tiempo de hacerlo. en cualquier caso, las consecuencias serían el clásico «rebota y en tu culo explota», porque otra cosa no sé, pero vengativa lo soy un rato... ¿Hacerme la vida imposible? ... Es decir, ¿más? Tengo una hermana pequeña, soy buena en la guerra psicológica, hasta me divertiría... Por otro lado pienso que mejor largarme de ahí, porque en el fondo viviría mejor si verlo ni aguantarlo y, en un caso ya idílico, pudiendo hacer uso de mi cocina a la hora que me dé la real gana. La putada más grande es hacer el traslado para sólo un mes, empaquetar, trasladar y desempaquetar para estar na' y menos... Buff. Pereza extrema. Por otra parte serviría para dejar las cosas que ya no uso empaquetadas y ver si puedo llevármelo todo o si me deshago de algo... Además, la opción que cada vez me parece más viable es la de un albergue/hostal, dejando las cosas en casa de alguien. Visto que en mayo ya no tengo casi nada que hacer supongo que iré un finde a Londres y daré alguna vuelta por la isla esmeralda, así que igual me sale mejor pagar por noches :)
La cosa está en stand by/ya veremos, porque si el día 30 no me ha devuelto la fianza se va ir del piso la puta moqueta antes que yo.
Dixit.